FOKKER F-VII atravesando el Estrecho de Gibraltar
Esta entrada quiere ilustrar una transcendental acción militar del inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939): la organización de un puente aéreo sobre el Estrecho de Gibraltar para el transporte de las fuerzas militares sublevadas en África a la Península Ibérica. Fue la primera operación aerotransportada de la Historia y supuso la irrupción del poder aéreo como instrumento de proyección estratégica de la fuerza terrestre.
1.- BOCETO BASE
El dibujo esquematiza a un Fokker F. VII, del Ejército Español en Marruecos, transportando legionarios mientras sobrevuela el Estrecho de Gibraltar dirección Sevilla. Vuela escoltado por dos Nieuport 52 de la escasa caza en poder de los sublevados en aquel delicado trance. Al fondo de la escena se yergue, siempre imponente, el Peñón de Gibraltar.
Más Escenas de la aviación española
Más Escenas de la aviación española
El paso del Estrecho (1936). |
El paso del Estrecho (1936). Esquema inicial. |
2.- EL PUENTE AÉREO DEL ESTRECHO (1936).
Como antes decíamos, la guerra civil española habría de ser testigo de la primera operación aerotransportada de la Historia, pues fracasado el Alzamiento Nacional en los principales centros urbanos, económicos y políticos de la nación, se imponía al mando militar de los sublevados el urgentísimo traslado a la Península Ibérica de las combativas unidades de legionarios y regulares del Protectorado español en Marruecos, para sostener primero la tambaleante sublevación e impulsar después el vertiginoso avance de las tropas africanas sobre Madrid.
La situación era crítica, pues el tiempo apremiaba y el Gobierno de la República había adoptado sus primeras disposiciones estratégicas bloqueando el Estrecho de Gibraltar con las unidades de la Flota que aún tenía bajo control. Sin embargo, con una ceguera difícilmente justificable, el Gobierno del Frente Popular dejó abiertos los pasillos aéreos que fueron aprovechados por la certera visión del Comandante en Jefe del Ejército Español en Marruecos, Francisco Franco. Éste, percibiendo las enormes posibilidades estratégicas ofrecidas por el desarrollo de la aviación militar, estableció de inmediato el puente aéreo que puso en Sevilla, en sólo una semana (del 20 al 28 de julio), dos banderas de la Legión.
Ninguna oposición de la caza gubernamental se interpuso entre África y la Península, de modo que tripulaciones muy motivadas pudieron exprimir al máximo los precarios medios aéreos disponibles inicialmente entre los aeródromos del protectorado marroquí, Sevilla y Cádiz -tres Fokker F VII y dos Dornier J Wal- para trasladar a territorio peninsular unidades profesionales de alto valor militar que permitieron apuntalar la fuerzas alzadas en Andalucía. El reforzamiento del puente aéreo y la progresiva aceleración de los transportes de tropas y equipos, ante la absoluta pasividad del gobierno, acabaron por desequilibrar desde el inicio el aspecto militar de la contienda e inclinaron la balanza hacia los que se mostraron más audaces en los momentos críticos, decidiendo a la postre por quién doblarían las campanas.
Como antes decíamos, la guerra civil española habría de ser testigo de la primera operación aerotransportada de la Historia, pues fracasado el Alzamiento Nacional en los principales centros urbanos, económicos y políticos de la nación, se imponía al mando militar de los sublevados el urgentísimo traslado a la Península Ibérica de las combativas unidades de legionarios y regulares del Protectorado español en Marruecos, para sostener primero la tambaleante sublevación e impulsar después el vertiginoso avance de las tropas africanas sobre Madrid.
La situación era crítica, pues el tiempo apremiaba y el Gobierno de la República había adoptado sus primeras disposiciones estratégicas bloqueando el Estrecho de Gibraltar con las unidades de la Flota que aún tenía bajo control. Sin embargo, con una ceguera difícilmente justificable, el Gobierno del Frente Popular dejó abiertos los pasillos aéreos que fueron aprovechados por la certera visión del Comandante en Jefe del Ejército Español en Marruecos, Francisco Franco. Éste, percibiendo las enormes posibilidades estratégicas ofrecidas por el desarrollo de la aviación militar, estableció de inmediato el puente aéreo que puso en Sevilla, en sólo una semana (del 20 al 28 de julio), dos banderas de la Legión.
Ninguna oposición de la caza gubernamental se interpuso entre África y la Península, de modo que tripulaciones muy motivadas pudieron exprimir al máximo los precarios medios aéreos disponibles inicialmente entre los aeródromos del protectorado marroquí, Sevilla y Cádiz -tres Fokker F VII y dos Dornier J Wal- para trasladar a territorio peninsular unidades profesionales de alto valor militar que permitieron apuntalar la fuerzas alzadas en Andalucía. El reforzamiento del puente aéreo y la progresiva aceleración de los transportes de tropas y equipos, ante la absoluta pasividad del gobierno, acabaron por desequilibrar desde el inicio el aspecto militar de la contienda e inclinaron la balanza hacia los que se mostraron más audaces en los momentos críticos, decidiendo a la postre por quién doblarían las campanas.
3.- AGRADECIMIENTOS.
artemilitarynaval quiere agradecer las aportaciones documentales y gráficas recibidas desde el grupo publico de Facebook AVIACION GUERRA CIVIL ESPAÑOLA para la realización de esta pintura.
artemilitarynaval quiere agradecer las aportaciones documentales y gráficas recibidas desde el grupo publico de Facebook AVIACION GUERRA CIVIL ESPAÑOLA para la realización de esta pintura.
ENTRADAS EL INFANTE
- Derribo aéreo sobre Sigüenza
- Caballería española en Cuba
- La carga del Regimiento Alcántara
- Banderas de la Guerra Civil Española
- Uniforme Rayadillo de Cuba
Buenas tardes, enhorabuena por la pintura, es increíble y de un tema que hasta ahora no había visto plasmado. Permite me una pregunta: ¿Esos vuelos se realizaron sin modificar en nada las escarapelas existentes en los aviones en ese momento?. Lo digo porque de esa manera no se podía distinguir los aviones propios de los del otro bando.
ResponderEliminarLos vuelos empezaron el 20 de Julio de 1936, es decir, muy pocos días después de la sublevación por lo que el cambio de escarapelas no se había hecho todavía. De hecho, es posible ver fotografías del embarque de tropas para el puente aéreo con las escarapelas republicanas.
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