Exposición Blas de Lezo
Pintura Digital
Disponible.
En esta entrada ofrecemos un fragmento de la escena idealizada en la que Blas de Lezo contempla la retirada británica de Cartagena de Indias. El cuadro completo -en versión óleo de Alejandro Vallespín- está en la página de este mismo blog "Blas de Lezo contempla la victoria". La presente imagen se centra en las naves principales del almirante Vernon, el artífice de la acuñación monetaria más fraudulenta e imprudente que han conocido los siglos (ya hablaremos del enorme fiasco acuñador del jefe inglés). En ella, se observa el reembarque de las maltrechas tropas inglesas en los poderosos buques de guerra de Su Graciosa Majestad. Eran los británicos aguerridos y valientes y, muy probablemente, hubiesen triunfado ante cualquier otro enemigo que no fuesen los bravos españoles del indomable Blas de Lezo, pero quiso la Fortuna que Vernon estrellara su soberbia en la roca inexpugnable de San Felipe de Barajas (Cartagena de Indias).
La obra completa y el resto de nuestros trabajos podrán verse y adquirirse en la exposición que inaugura la Asociación Blas de Lezo.
La obra completa y el resto de nuestros trabajos podrán verse y adquirirse en la exposición que inaugura la Asociación Blas de Lezo.
Esto es una falacia: "el almirante Vernon, el artífice de la acuñación monetaria más fraudulenta e imprudente que han conocido los siglos (ya hablaremos del enorme fiasco acuñador del jefe inglés)". Hay que volver a repetir que no se acuñaron monedas, ni lo mandó el Parlamento, ni el Rey ni el propio Vernon. A partir del siglo XVII en Inglaterra proliferó la industria del recuerdo o del souvenir. Comerciantes producían grabados, porcelanas, medallas y todo tipo de objetos para celebrar o conmemorar diferentes acontecimientos o personajes. Cartagena no fue diferente: en previsión de realizar ventas se fabricaron medallas, como en tantas otras ocasiones. Incluso hubo porcelanas, teteras, etc, pero su supervivencia, naturalmente, ha sido más difícil.Generalmente, este tipo de recuerdos de mala calidad los fabricaban botoneros, que eran los que tenían equipo para trabajar con metales a pequeña escala. Precisamente por eso hay tantísimas variedades, generalmente de muy mala calidad: son trabajos hechos a pequeña escala por pequeños comerciantes copiándose unos a otros y buscando sacar un pequeño beneficio rápido de un acontecimiento popular, de ahí la necesidad de fabricar deprisa y tenerlas dispuestas para la ocasión. Por otra parte, desde luego nadie ordenó retirar nada ni se "recogieron" las medallas (tarea, por otra parte imposible: ¿iban de casa en casa preguntando "tiene usted medallas"?; hay que ser un poco realista). El motivo por el que han sido tan populares para coleccionistas en Inglaterra es precisamente porque se adelantaron a algo que después no sucedió. Son lo que se llaman en inglés "curios": "a strange and interesting object that evokes curiosity". En EEUU la campaña del Caribe de 1739-42 siempre ha sido de interés precisamente por el reclutamiento de colonos americanos y la participación del medio hermano de George Washington. Frente a lo que se viene diciendo en España ("sólo se lograron salvar algunas en el Museo del Ejército en Madrid, bla bla"), con diferencia las mayores colecciones están en el British Museum, el National Maritime Museum de Greenwich (Inglaterra), la American Numismatic Society, la Massachusetts Historical Society, Yale University y la United States Naval Academy (EEUU). Por otra parte, hay que señalar que no todas las "medallas" de Vernon se refieren a Cartagena: se reparten entre las que celebran la victoria de Portobelo, Chagres y otras con las de la "no victoria" (derrota) de Cartagena de Indias.
ResponderEliminarEs cierto que el almirante Vernon, no fue artífice material de la acuñación monetaria de loa que hablo, pero no es menos cierto que su imprudencia a la hora de despachar una fragata, prisioneros españoles incluidos, para notificar a Inglaterra una victoria que jamás ocurrió, fue el desencadenante de una acuñación de monedas conmemorativas que resultó ser un auténtico fiasco y una monumental metedura de pata. Obviamente, una acuñación conmemorativa debe basarse en un hecho relevante a conmemorar, y nadie en su sano juicio diseña, fabrica y pone en circulación objetos de estas características sin disponer de una base fáctica para hacerlo. Y fue precisamente Vernon, con su falaz precipitación, quien suministró el falso motivo cuyo recuerdo, dos siglos y medio después, obra en museos y colecciones numismáticas.
EliminarLea usted el despacho de Vernon. Aquí la cuestión es la industria del souvenir: uno produce en "previsión de". El que se adeelanta vende más. Solían ser producciones de botoneros, que tenían equipo para tratar metales a pequeña escala. Nunca se ha ocultado y en Inglaterra y EEUU se han considerado siempre "curios": objetos de interés curioso de acontecimientos que nunca ocurrieron. Por eso las mayores colecciones están en Inglaterra y EEUU.
ResponderEliminarComo se puede ver, Vernon daba cuenta a su mujer de que había pentrado con éxito las fortificaciones exteriores de Cartagena y entrado en la bahía. No anunciaba la conquista de Cartagena, sino que escribió: "I have only time to add, it has pleased Almighty God to preserve me in good health, to go through all these glorious fatigues, and in a full disposition to push this beginning with all possible vigour" (31 de marzo de 1741).
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