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viernes, 6 de noviembre de 2015

Canal de las Bahamas


Óleo de un navío español saliendo de la Habana siglo XVIII
Saliendo a remo cuando el viento está en calma

Ruta de regreso a España

De las rutas de regreso desde el Mar Caribe a España el puerto de partida más complicado es el de La Habana. Después de la salida se ha de atravesar el Canal de las Bahamas, uno de las zonas más difíciles de toda la ruta de regreso a la metrópoli. Nada mas abandonar la Habana se va perdiendo la silueta del castillo del Morro, fortaleza adaptada al contorno irregular del promontorio sobre el que se alza. Se navega rumbo a la Tierra de Carlos, en el paralelo 25º. Después se bordea la Florida dejando a estribor las islas Bahamas. En esta zona las corrientes son muy fuertes y favorables a la navegación, se ha dado el caso de navíos que han cruzado el canal con viento en contra gracias a la las mencionadas corrientes. 

Una vez llegados a la altura de Cabo Cañaveral el mayor peligro de todo el viaje ha sido superado, no obstante todavía queda una larga travesía. Existen desde este cabo dos rutas posibles, se toma una u otra dependiendo de la época del año; En verano se navega rumbo Nordeste hasta llegar a los 32º y después se varía éste para alcanzar las Azores en los 39º. En invierno se navega directamente a las islas Bermudas, superadas éstas por el norte para después enfilar rumbo a la isla Santa María en las Azores, donde confluyen ambas rutas. En estas islas se reaprovisiona y se investiga si hay noticia de piratas en el tramo que resta de viaje hasta San Vicente. En este punto es donde el peligro de ataques corsarios se intensifica, es precisamente el lugar donde se inician los memorables combates del conocido navío El Glorioso.

Mapa de corrientes en la zona del Florida
Mapa de corrientes con el canal de las Bahamas señalado, fuente:climatechangepsychology

Lectura recomendada

Lo referente a la ruta de retorno desde el puerto de la habana lo he encontrado en un pequeño libro que compré en la Librería Robinson, el titulo de la obra es LA CARRERA DE INDIAS y se puede adquirir en este enlace.

Cuadro 

Esta obra está realizada al óleo sobre un lienzo de 92x60 Cm. Está basada enteramente en esta lámina de mi compañero de fatigas, en esto del arte militar y naval, G. Moreno. De la obra original he cambiado el mar que en este caso esta levemente picado, también he variado en parte la lona de la vela en la que se intuye la luz que en una parte la atraviesa.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Blas de Lezo contempla la victoria



Blas de Lezo observa la ruina de la Armada Británica en la laguna de Cartagena de Indias: Foto de JM Vallespín
Adquiere la colección en oferta Blas de Lezo

Blas de Lezo contempla la victoria 

 

Tras dos largos meses de asedio las tropas británicas derrotadas embarcan abandonando pertrechos y material de guerra. Ante la mirada entre exhausta y atónita de los defensores españoles, de América y Europa, se divisa el panorama de miles de soldados remando hacia lo que antes fue el orgullo de su armada, la otra Invencible.

La clave de la derrota británica llego en el momento crítico, los ingleses habiendo conseguido romper los dos anillos defensivos, Boca Chica  y el que forman el fuerte de Manzanillo y el Castillo de Santa Cruz, veían el botín cercano. Ante ellos sólo se interponía el fuerte de San Felipe de Barajas con los restos de las fuerzas hispanas.

El enemigo huye 

 

En esta situación el genio del Almirante Blas de Lezo entiende la oportunidad que se presenta, los soldados enemigos están exhaustos y muchos de ellos también enfermos. Contra la opinión de algunos des sus oficiales manda cargar contra el enemigo. Los elegidos son trescientos artilleros de la Armada que como diablos cargan contra el hereje al que no conceden perdón. Lo mejor del Ejercito Británico huye hacia su única salvación, el mar.


Pintura de Blas de Lezo en Carfagena de Indias


Óleo sobre lienzo 

 

Hemos creado la obra con esta situación en mente. No hemos tratado de ser realistas, mas bien hemos pretendido idealizar la situación pintando tan solo a Don Blas de Lezo y un abanderado portando el estandarte con la cruz de borgoña. En segundo plano un grupo de barcos representando la maltrecha flota británica.

La obra está realizada enteramente a partir de la lámina digital de G. Moreno que presentaremos en otra entrada. Está pintada al óleo sobre un lienzo de 116x70Cm.






Proxima exposición (octubre 2015)

 

Está obra y el resto de nuestro trabajo, en formato de láminas, se podrá ver y adquirir en la exposición que inaugura la Asociación Blas de Lezo.

martes, 4 de agosto de 2015

1. El Glorioso en el puerto de Veracruz



Pintura al oleo del Glorioso en la Habana


Saliendo de Veracruz

Texto: José Ramón Vallespín Gómez
A media mañana la cubierta del Glorioso hervía de actividad. El calor era ya intenso y para eso la noche apenas había sido un alivio, pero la gente estaba muy animada con la inminente partida. Por bajo de las voces de los contramaestres y el crujir de madera y jarcia con el trasiego de material, en las voces apagadas de la marinería se notaba una mezcla de alegría y ansiedad ante la perspectiva de la vuelta a la península. Cualquier travesía larga significaba un riesgo derivado de la meteorología y las enfermedades, pero si se trataba de cruzar la mar océana en tiempo de hostilidades como era el caso, había que contar con el peligro añadido de un encuentro con el enemigo, y eso ponía un punto de excitación en los ánimos de todos.
Se estaba terminando de embarcar las últimas provisiones y el agua cuando llegó el bote que anunciaba la inminente llegada del falucho que traía la carga más importante, la plata. Siguiendo las instrucciones previamente recibidas,  los oficiales dieron las instrucciones necesarias para que el embarque se hiciera de la forma más segura a la par que discreta. ¡Cuatro millones de pesos de plata amonedada! la discreción no era para menos. Don Pedro Mesía de la Cerda supervisaba todo con la lógica preocupación porque la operación se completara sin merma alguna, lo que le impedía disfrutar, como en tantas ocasiones hacía, de la satisfacción de mandar uno de los navíos de la Armada más modernos, diseño de Gaztañeta y construido en los astilleros de la misma ensenada de la Habana en la que en ese momento se encontraba fondeado. Desde cubierta podía ver toda la bahía con su lujurioso verdor caribeño, la ciudad con el campanario de la catedral como punto más reconocible y dándole aquel aire de puerto gaditano, y en el extremo de la canal el imponente fuerte de San Juan de Ulúa. Mientras estuviera a su resguardo se podía considerar protegido. A partir de allí, comenzaba la aventura.
Había dado orden previa de que en cuanto llegasen los caudales se fuera preparando el remolque por medio de los botes para aligerar todo lo posible la maniobra de salida, que quería realizar en cuanto tuviera la carga a buen recaudo y así evitar tentaciones al enemigo interior…

Sigue la historia


 

 

Pintura Naval