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sábado, 7 de noviembre de 2015

Escena Legionaria

EL MULO Y EL LEGIONARIO


Infoacuarela



Legionario

Lámina disponible, consulte nuestra Lista de Precios.

REFERENCIAS.

Este proyecto obedece a un encargo realizado por EL INFANTE para ir ilustrando con infoacuarelas diversos uniformes militares. Si en otra ocasión elaborábamos un comandante con uniforme de gala del Regimiento Lusitania, ahora le toca el turno a la Legión.

Para representar los uniformes del Tercio de los años veinte del siglo pasado, utilizaremos una actividad que resultó esencial en las guerras africanas: la logística del agua.

En esta escena, un legionario intenta vencer la terquedad de un mulo que se niega a avanzar. La "lucha" es observada por un compañero que le presta protección. Ambos van ataviados con los uniformes utilizados por la Legión en aquella época.

BREVE RESEÑA HISTÓRICA

La Legión Española es una fuerza militar de élite encuadrada dentro de las fuerzas ligeras del Ejército de Tierra Español. Denominada en sus inicios como «Tercio de Extranjeros», fue fundada por Teniente Coronel de Infantería José Millán-Astray sobre la base de recluta profesional, el modelo francés de la Legión Extranjera Francesa y la tradición militar de los Tercios de la Infantería Española. La moral y espíritu de combate inculcados por su fundador, dotaron a la Legión de un empuje irresistible y un aura de invencibilidad que todavía perdura.

Creado en 1920 siendo ministro de la guerra José Villalba, el propósito principal era el de organizar una fuerza eficaz contra la rebeldía marroquí que los acontecimientos y el desarrollo de las campañas africanas demostrarían cumplidamente alcanzado. El Tercio de Extranjeros del Teniente Coronel Millán Astray entró en combate por primera vez en enero de 1921 durante una emboscada para una aguada o abastecimiento de agua. Posteriormente la legión mostrará su alto valor combativo en las tomas de Xauen, Benilai y Buharratz, pero las acciones más importantes comenzarían a partir de julio de 1921, ante la grave situación creada por el desastre de Annual y el derrumbamiento del dispositivo militar español en la zona oriental del Protectorado. Así, tras recorrer a pìe 100 kilómetros de distancia en día y medio, los legionarios embarcan en Tetuan en un vapor que les llevará a Melilla, no sin antes jurar a sus jefes que morirán todos antes de dejar caer la ciudad ante el enemigo.

Ya en Melilla, bajo la jefatura de Millán Astray y los comandantes Franco y Fontanés, la Legión reforzará las defensas de la plaza y será encargada de defender frente a los rifeños las posiciones defensivas avanzadas de Ait Aixa, Sidi Musa, Taguel Manin, etc. en el exterior de la ciudad. Una de ellas, situada en Dar Hamed, sufre un duro asedio, solicitando la Legion acudir en su auxilio. Finalmente, los 15 legionarios al mando del cabo Suceso Terreros autorizados por el mando para el socorro de la posición, tras porfiada lucha con un enemigo envalentonado y muy superior en número, ofrecen su último sacrificio en el altar de la Patria y caen todos sin rendir sus armas. El juramento del vencer o morir de los novios de la muerte ha sido cumplido como sólo la Legión sabe hacerlo.

Poco a poco, la la eficaz defensa de los blocaos y los refuerzos legionarios van reconquistando el territorio perdido. Con la toma de Nador y el monte Gurugú el 9 de Octubre, se puede afirmar que Melilla ya está a salvo, emprendiéndose sin dilación la reconquista del territorio. A partir del 14 de octubre, con la llegada a Annual y el descubrimiento de los cadáveres de españoles horriblemente vejados, no habrá piedad con el enemigo; la dureza de los legionarios se hará legendaria.

La lucha continúa y así, durante los años siguientes, la Legión combate sin tregua y crece su fama de eficacia y valor. Destacan en esta época los combates de Tizzi Azza en 1923, donde el teniente coronel Valenzuela morirá heroicamente al cargar al frente de su hombres contra el enemigo, o la cobertura de la retirada del Ejército de operaciones de Xauen a Tetuán. En 1925 la Legión participará activamente en la operación anfibia de Alhucemas que culminará con la derrota definitiva de Abd El Krim, que será finalmente capturado en 1927 y entregado a la justicia francesa.

La dura lucha ha logrado pacificar al protectorado español, pero los fieros combates y el sacrificio sin par de las guerras de Marruecos han sido una escuela profesional de la milicia cuyo valor pronto podrá demostrarse. Pero eso ya es otra historia.

lunes, 22 de junio de 2015

Derribo aéreo sobre Sigüenza


"RATA" vs "HEINKEL-51"


Técnica Digital



Combate I-16 Rata vs Heinkel-51
Derribo aéreo sobre Sigüenza
"El INFANTE -Figuras y objetos militares de colección" nos sugirió la ilustración de un lance aéreo de la Guerra Civil española que tuviese por protagonista a uno de los aviones más emblemáticos de las FARE (Fuerzas Aéreas de la República Española): el Policarpov I-16. Se trataba, en suma, de representar artísticamente la momentánea superioridad técnica que logró el bando republicano con la irrupción en los frentes de combate de este magnífico avión de procedencia soviética. Además, la escena del derribo de un lento Heinkel-51 de la aviación nacional por parte del I-16, lo ubicaríamos en los cielos castellanísimos de la mística y guerrera ciudad de Sigüenza.

Sobre las premisas anteriores hemos elaborado la ilustración que presentamos en esta entrada: un I-16 "Rata" derriba a un Heinkel-51 casi sobre la vertical de la catedral de Sigüenza. El combate podríamos situarlo entre octubre de 1936 y la primavera de 1937. Como puede observarse, el "Mosca", como era conocido en las FARE el I-16, porta sobre su costado el código CM, que era el que correspondía a estos aparatos con independencia del frente en el que actuasen. Por su lado, el biplano Heinkel-51 va identificado con las escarapelas negras y las cruces de San Andrés sobre el plano superior, y luce el camuflaje tricolor que empleaban estos aparatos de procedencia alemana.

Los primeros I-16 llegarían a España en octubre de 1936 para comenzar a sobrevolar los cielos madrileños a partir del 15 de noviembre siguiente. Lograron una rápida superioridad aérea sobre los frentes del Jarama y Guadalajara, pues los anticuados He-51 no eran rivales dignos de consideración. Sin embargo, la llegada de los Me-109 a partir de diciembre de 1936, hicieron que la balanza tecnológica y operativa se inclinase del lado de los nacionales. Igualmente, los técnicamente inferiores FIAT CR.32, demostraron ser una peligrosa amenaza para los "Ratas", debido a que su maniobrabilidad les permitía salir airosos de los encuentros con los más veloces y mejor armados Policarpov I-16.

Se calcula que la aviación republicana recibió unos 280 I-16 "Mosca". A partir de marzo de 1938 llegarían los "Supermosca", unos 120 I-16 del tipo 10, de cabina abierta y cuatro armas. A veinte de éstos últimos se les instaló el motor "Cyclone” sobrealimentado, de origen norteamericano; con ellos se formaría la “Escuadrilla del Chupete”, de Antonio Arias, cuyo objetivo era rivalizar con los Me-109 a gran altitud.

Respecto a los Heinkel He-51, comenzaron a llegar a España a partir del 31 julio de 1936 como parte de la ayuda alemana al bando nacional. Sus éxitos iniciales estaban condicionados por la obsolescencia de sus oponentes (Nieuport 52, Breguet 19 y Potez 54). Sin embargo, la aparición de los netamente superiores Polikarpov I-15 e I-16 supuso un enorme contratiempo para los He-51, que hubieron de ser sustituidos en breve tiempo por los Me Bf-109. Así, los He-51 dejaron de ser empleados en misiones de caza para utilizarse como plataformas de apoyo terrestre. Finalmente, unos 135 Heinkel He-51 actuaron durante la Guerra Civil española.

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miércoles, 17 de junio de 2015

CASA 352


DESEMBARCO AÉREO EN IFNI


Técnica Óleo-Digital



CASA 352
Asalto aéreo en Ifni
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Sidi-Ifni fue ganado por España en virtud del Tratado de Wad-Ras (1860), feliz resultado de la victoria española sobre el Sultán de Marruecos en la Guerra del Rif de 1859. Sin embargo, el control efectivo del territorio habría de demorarse hasta 1934, cuando el coronel Capaz tomaría posesión formal en nombre del Gobierno de la II República. En 1952, el territorio de Ifni pasaría a conformar, junto con el Sáhara español y el territorio de Cabo Juby, la entidad politico-administrativa del África Occidental Española.

La independencia de Marruecos en 1956 marcó el comienzo de diversas reclamaciones por parte de ese país sobre los territorios del África Occdental española. Pacíficas al principio, fueron derivando rápidamente en graves incidentes fronterizos y ataques del autodenominado Ejército de Liberación Marroquí, circunstancias que obligaron al gobierno español a reforzar militarmente los territories amenazados.

Al principio, las acciones marroquíes fueron de carácter periférico, lejos todavía de la capital Sidi-Ifni. Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos obligó a desalojar y abandonar los puestos más alejados para organizar una defensa perímetral efectiva en torno a Sidi-Ifni. Precisamente, en una de las posiciones más avanzadas del dispositivo militar español, tuvo lugar el primer lanzamiento de paracaidistas españoles en acción de guerra.

En efecto, en noviembre de 1957, fuerzas irregulares marroquíes consiguieron emboscar a una sección de la 2ª Bandera Paracaidista que acudía a relevar a sus compañeros de la 1ª Bandera de la posición de Tiguisit-Igurramen, produciéndose entonces fuertes combates entre moros y españoles. Éstos, cercados por todos lados y sin enlace, resistían con aguerrido encono los insitentes asaltos de un enemigo numéricamente muy superior.

Recuperada la radio que impedía las comunicaciones con el exterior del cerco y solicitado el auxilio pertinente, el crucero Canarias comenzó a cañonear las posiciones marroquíes, aliviando la presión mora sobre los valientes paracaidistas del heroico teniente Ortiz de Zárate. Por su lado, el alto mando preparó una acción de rescate que se materializó, el 29 de noviembre de 1957, en el primer lanzamiento de paracaidistas españoles en acción de guerra. La operación militar fue un éxito completo, consiguiendo liberar a los cercados y limpiar la zona de insurrectos.

Así pues, en artemilitarynaval hemos querido representar a los paracaidistas españoles saltando en socorro de sus camaradas cercados en Tzelata. El avión es un CASA 352, la version española del alemán Junkers Ju-52/3m que empezó a fabricarse en España bajo licencia desde 1944 y que, pese a su vetustez, hubo de utilizarse profusamente por las limitaciones políticas al uso del material norteamericano procedente de los Pactos de Madrid de 1953, entre EEUU y España.

La interpretación artística del lance paracaidista ha tomado como base el óleo de este mismo Blog "Pintura de un Junker Ju 52", compuesta y ejecutada por A. Vallespiín.

Pintura de un Junker Ju 52



lunes, 27 de abril de 2015

Húsar de Cantabria

Colección de Uniformes Militares


Guerra de Independencia. Figura 20


Continuando con nuestra idea de crear ilustraciones originales sobre la evolución histórica de la uniformología militar, damos entrada a una nueva lámina correspondiente al uniforme que de los Húsares de Cantabria, unidad de caballería creada durante la Guerra de Independencia española (1808-1814) para luchar contra el invasor francés.

Guerra de Independencia. Húsar Cantabria 1810
Disponible en óleo/acrílico o lámina.

RESEÑA DE LOS HÚSARES DE CANTABRIA

Los Húsares de Cantabria surgieron en los inicios de la Guerra de la Independencia, en el verano de 1808. Integrada en la División Cántabra, del VII Ejército, esta unidad de caballería duraría el mismo tiempo que la guerra que la alumbraría, pues acabada ésta, los Húsares de Cantabria serían fusionados en 1815 en el Regimiento de Coraceros de la Reina.

Su fundador fue el cántabro D. Juan José González de la Riva y Vivanco, VI Marqués de Villa Alcázar y experimentado oficial de Caballería curtido en la Guerra del Rosellón (1793-1795). Formó parte de las selectas tropas del Marqués de la Romana destacadas al norte europeo como aliados napoleónicos. Sin embargo, regresó a España en 1808, donde es ascendido a Teniente Coronel y recibe el encargo de crear una unidad de caballería que operase contra el invasor en la zona de la montaña cantábrica.

Con gran precariedad de medios, iniciaron sus primeras correrías con unas monturas por lo general de escaso porte y pequeña alzada, aunque resitentes y bien adaptadas a los terrenos montañosos en los que solían desenvolverse (asturcones o monchinos). Poco a poco, a medida que cosechaban éxitos sobre el invasor y a costa de éste, fueron mejorando su equipo, armamento y disciplina, lo que fue aumentando su eficacia y capacidad ofensiva.

Tras muchas escaramuzas y combates de suerte cambiante, los Húsares de Cantabria entran victoriosos en Santander en agosto de 1812. A partir de 1813 se "regularizan" e integran en grandes unidades de maniobra, participando activamente en la batalla de Vitoria y San Sebastián, donde destacaron al rechazar con brillantez un peligroso contraataque francés. Esta última acción hizo decir a un admirado Wellington que los Húsares de Cantabria estaban a la altura de los mejores soldados del mundo.

Tras vérseles combatir en Paredes de Nava, Saldaña, Rivas, Luarca, Sahagún, Aguilar de Campoo, Torrelavega, León, Oviedo, Gijón y un largo etcétera de escenarios del norte peninsular, el 10 de abril de 1814 tomarían parte, ya en suelo francés, en el último enfrentamiento de la Guerra de la Independencia: la batalla de Toulouse.


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