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martes, 23 de febrero de 2016

Cazador de la Guardia Real.-1831

Colección de Uniformes Militares


Caballería española. Figura 33


Con esta entrada de pintura militar original, aumentamos nuestra colección de uniformes históricos de la Caballería Española.

Cazador de la Guardia Real 1831
  Disponible.


Los cazadores de la Guardia Real en 1831

La División de Caballería de la Guardia Real Exterior, creada por Reglamento de 1 de mayo de 1824, disponía de una brigada de línea y otra ligera, dentro de la cual se integraba, junto con un Regimiento de Lanceros, el Regimiento de Cazadores representado en la figura de nuestra ilustración.

Aunque la misión principal de las unidades montadas de la Guardia Real se centraba en la seguridad de la Real Persona y edificios palaciegos, las vicisitudes de la Primera Guerra Carlista (1833-1840) obligaron al empleo de sus fuerzas en los duros combates que fueron necesarios para contener y sofocar la sublevación carlista. Precisamente, en las operaciones llevadas a tal efecto por el general Iribarren, Virrey de Navarra, para impedir el paso del Ebro por la columna carlista del general Iturralde, tuvo lugar en Lodosa un épica carga de los escuadrones de lanceros y cazadores de la Guardia Real para desalojar al enemigo de las alturas que dominaban el paso del Ebro a la altura de dicha localidad. La Acción de Lodosa, como se conocería en adelante la hazaña guerrera de los jinetes de la Guardia Real, sucedió el 19 de agosto de 1836 y fue merecedora de la Cruz Laureada de San Fernando.



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lunes, 15 de febrero de 2016

7º de caballería de EEUU

Colección de Uniformes Militares


Unidades Célebres de Caballería. Figura 32


Con esta entrada de pintura militar original, iniciamos nuestra particular exploración de los uniformes célebres de la caballería mundial.

7º de caballería
  Disponible.

Sin lugar a dudas, una de las unidades de caballería más universalmente conocidas es el Séptimo Regimiento de Caballería de los Estados Unidos de Norteamérica. Ello obedece a su carácter icónico en el género cinematográfico del Western hollywoodiense, en cuyas películas la llegada in extremis del 7º de Caballería, con el inconfundible acompañamiento musical de su toque de corneta, anunciaba la infalible salvación de los colonos blancos de manos de los salvajes indios cortacabelleras.

Little Bighorn

Tal y como representa la épica cinematográfica norteamericana ligada a la Conquista del Oeste, el Séptimo Regimiento de Caballería nació en el contexto de las guerras sostenidas por los EE.UU contra las tribus indígenas de Norteamérica, concretamente en el año 1866.

Precisamente en uno de estos conflictos, en el de la lucha del Ejército de los Estados Unidos contra los indios sioux, cheyennes y arapahoes del territorio de Dakota, el 7º de Caballería protagonizó, en los años posteriores a la Guerra de Secesión norteamericana (1860-1864), uno de los desastres más sonados de la historia militar estadounidense: la batalla de Little Bighorn de 25 de junio de 1876.

En efecto, en mayo de 1874, el coronel Custer, jefe del 7º de caballería, recibió la misión de sofocar la rebelión india del territorio de Dakota. Desatendiendo las más elementales medidas de prudencia y llevado por las prisas, Custer forzó a sus hombres hasta el agotamiento. Además, para evitar retrasos en la marcha de su columna, Long Hair -apodo utilizado por los indios para referirse al jefe del regimiento- prescindió de las armas pesadas de su unidad. Por último, Custer decidió dividir sus fuerzas en dos columnas, de modo que, finalmente, la concurrencia de tales desatinos y, probablemente, una olímpica infravaloración del enemigo, convirtió la expedición de castigo indio en un desastre militar en el que el regimiento perdió la mayor parte de sus efectivos.

Nuestra lámina

Sea como fuere, nuestra pintura representa a un miembro del Séptimo Regimiento de Caballería del Ejército de los Estados Unidos portando el famoso uniforme tan familiar en todo el mundo por su proyección cinematográfica. Probablemente no haya habido en la historia del la uniformología una vestimenta militar más popular y conocida que al azul-amarillo del 7º de Caballería.


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jueves, 4 de febrero de 2016

Dragones de Almansa. -1808

Colección de Uniformes Militares


Caballería española. Figura 30


Con esta entrada de pintura militar original , aumentamos nuestra colección de uniformes históricos de la Caballería Española.

Dragones de Almansa 1808
  Disponible.


El Almansa en 1808

Herederos del Tercio de Dragones de Hartman, creado en Flandes a finales del siglo XVII, los cerca de 500 jinetes de los Dragones de Almansa formaban parte de las fuerzas españolas que, en la primavera de 1808 y al mando del Marqués de La Romana, se encontraban estacionadas en Dinamarca al servicio de Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses.

Durante su estancia escandinava, los Dragones de Almansa permanecieron reunidos en la península de Jutlandia, pero los sucesos que se desarrollaron en España a partir de mayo de ese año, aconsejaron al mando francés a diseminar las fuerzas españolas a lo largo y ancho del territorio de Dinamarca. El cuartel general del Marqués de la Romana fue establecido en Nyborg, distribuyéndose las unidades españolas entre diversas islas danesas y el continente. Los de Almansa quedaron en las proximidades del cuartel general, en la isla de Fionia.

juramento a Pepe Botellas

En estas estaban cuando llegaron las órdenes por las que debían prestar juramento de fidelidad al Rey José Bonaparte, lo que produjo enormes tensiones que se incrementaban a medida que llegaban las noticias de los sucesos patrios. Con perfidia se logró que algunas unidades jurasen lealtad al usurpador de la corona española, sostenido en su trono por las bayonetas de los ejércitos franceses de ocupación. En Fionia, la isla donde se encontraban acantonados los Dragones de Almansa, el juramento se desarrollaba de manera desigual e incompleta, hasta que los jinetes del Almansa interrumpieron la lectura de la orden con los atronadores gritos de ¡Viva España y muera Napoleón! que salían de las viriles e indignadas gargantas de aquellos centauros indomables. Al final, se formó un caos que acabó por romper las formaciones preparadas para prestar el inicuo juramento.

Regreso a España

En tales circunstancias, y con la vista puesta en regresar a la Patria para defenderla de la traidora agresión francesa, se trabó contacto con los buques británicos sitos en la bahía de Lageland, con cuyos oficiales se acordó un plan de evasión.

Las primeras providencias consistieron en la toma de Nyborg por las fuerzas españolas, después se pasaría a la isla de Lageland, donde debían reunirse todas las unidades para su traslado a España. Sin embargo, la traición del juramentado general Kindelán, que alertó al mando francés de los preparativos de regreso, impidió el éxito completo de la operación. Así, el Regimiento Algarbe, del Rey y del Infante, fueron obligados a rendirse a las fuerzas francesas enviadas para impedir la fuga.

Tras su evacuación de Dinamarca, el Regimiento Almansa se incorporó al Ejército de Galicia, quedando posteriormente encuadrado en las fuerzas extremeñas del general Cuesta. Su primera acción notable se produjo el 21 de marzo de 1809, en Miajadas, cuando los escuadrones del Almansa y del Regimiento del Infante, sorprendieron a las vanguardias de caballería del general Lasalle y las aniquilaron.


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viernes, 29 de enero de 2016

Guardia Civil de Caballería. Gala 1879

Colección de Uniformes Militares


Guardia Civil. Figura 32


En entradas anteriores de este Blog de obras originales de pintura militar, habíamos ilustrado ya uniformes históricos de la Guardia Civil. Concretamente trabajamos los correspondientes a 1844 y 1856, aunque fueron pintados sin montura.

Toca ampliar la colección de uniformes militares españoles con el de gala que vestían los oficiales de caballería de la Benemérita en 1879, sólo que en esta ocasión irá montado a lomos de su caballo.

Figura en Proceso.
guardia civil de caballería. 1879
Boceto preparatorio.
guardia civil de caballería. 1879


Esta figura, que como delata la posición de las divisas en la manga responde al reglamento de uniformidad de 1860, la vamos a situar temporalmente en 1879 por ser un año importante en la historia de Instituto, pues fue el de la colocación de la primera piedra por S.M. Alfonso XII de las obras del primer Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil.

Pocos meses antes, en noviembre de 1878, las Cortes españolas promulgaban la Ley constitutiva del Ejército, por la que la Guardia Civil era parte consustancial del Ejército de Tierra; situación jurídica que mantenía el estatus organizativo y disciplinario de la Guardia Civil como fuerza del Ejército con funciones policiales, tanto militares como civiles, y de seguridad pública. Esta situación se mantuvo más o menos invariable hasta que en 1986, con la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Guardia Civil se desgajaba del Ejército de Tierra, aunque seguía manteniendo su naturaleza militar.




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jueves, 28 de enero de 2016

Portaaviones Españoles

Siguiendo la tradición de ArteMilitaryNaval, de representar elementos de distintas épocas en una misma escena (véase Precursores del submarino y 75 aniversario Ejercito del Aire), hemos realizado esta pintura al óleo que ilustra la historia de los portaaviones españoles, o más exactamente de tres de los cuatro portaaeronaves de la Armada Española que han formado parte de su fuerza naval a lo largo de su historia.

Pintura al óleo de los portaaviones españoles LHD Juan carlos I, Principe de Asturias y Dedalo
Para adquirir óleo original, o reproducción, escríbenos a:artemilitarynaval@gmail.com

Pintura de los Portaaviones Españoles

En esta pintura hemos representado en primer plano el LHD Juan Carlos I, el más moderno del grupo, a la derecha el portaaviones Príncipe de Asturias, su antecesor, y a la izquierda el portaaviones Dédalo, el más antiguo de todos. Navegan en un día claro y luminoso, el mar está construido con azules, verdes y grises, estos últimos reflejos del cielo medio nuboso que se aprecia en la imagen completan el cuadro. Un elemento que equilibra, y da movimiento a la imagen, es el avión Harrier que recién despega y deja una estela tras de si que lo conecta con el portaaeronaves Juan Carlos I.


Pintura de los portaaviones españoles portaaviones, portaaviones principe de asturias, portaviones Dédalo, LHD Juan Carlos I
Tres portaviones de la Armada Española.


Breve reseña de la história aeronaval española

Cuatro buques conforman la historia de la aviación naval española, estos son los protagonistas de esta historia que empezó hace más de 90 años:

Portahidroaviones Dédalo

La historia aeronaval de la Marina Española comienza en 1922 con la transformación del buque de origen alemán Neuenfels, requisado por el Gobierno español durante la Primera Guerra Mundial, en el portahidroaviones Dédalo. Este buque podía llevar hasta 32 hidroaviones, la mayoría plegados en su bodega, los cuales despegaban desde el agua. Participó en el desembarco de Alhucemas y más adelante protagonizó el aterrizaje del autogiro de Juan de la Cierva sobre su cubierta.

Portaaeronaves Dédalo

Antiguo USS Cabot (Independence Class) de la Marina de los Estados Unidos, uno de los muchos portaaviones americanos que participaron en la Segunda Guerra Mundial, en el curso de la cual en una misión de patrulla cerca de Luzón, en el archipiélago de las Filipinas, fue alcanzado por dos kamikazes. Se incorporó a la Armada Española el año 1967 convirtiéndose en su buque insignia. Fue el primer portaaviones Español con capacidad de despegue desde su cubierta, las aeronaves que portaba su antecesor, de su mismo nombre, eran hidroaviones que debían despegar desde el agua. También se considera el primer buque en portar de forma habitual aviones Harrier de despegue vertical, pertenecientes a la 8.ª Escuadrilla de Aeronaves. Sirvió en la Marina hasta el año 1989, fecha en la que entró en servicio su sucesor el Portaaviones Príncipe de Asturias.

     
Pintura al óleo del portaaviones Dédalo
Extracto del óleo original


Portaaeronaves Príncipe de Asturias

Entregado a la Armada Española el año 1989, supuso un gran impulso tecnológico ya que fue el primer portaaviones construido en España. Del proyecto de desarrollo y construcción se encargó la empresa española Bazán partiendo de un proyecto previo de la Armada Americana inacabado.  Al igual que su antecesor portaba aviones Harrier de despegue vertical, concretamente los conocidos AV-8B Harrier II Plus pertenecientes a la 9.ª Escuadrilla de Aeronaves.

Teniendo prevista varias reformas para su modernización, éstas no se llegaron a acometerse debido a la crisis económica del año 2007. Ante la entrega del nuevo buque Juan Carlos I y debido al coste que supone su mantenimiento se tomó la decisión de darlo de baja. Finalmente esta se produjo el año 2013.

LHD Juan Carlos I

De diseño y construcción españoles, el llamado LHD obedece a la necesidad de la Marina Española de tener un buque polivalente que sea capaz de cumplir  tres tipos de misiones; anfibias, aéreas y de transporte de tropa. Las misiones aéreas en principio iban a ser cubiertas principalmente por el veterano portaaeronaves Príncipe de Austurias, el portaaviones Juan Carlos I sería el respaldo en caso de ser necesaria una segunda unidad con capacidad de operar aeronaves. Pero debido al retiro prematuro del buque Príncipe de Asturias el LHD ha tenido que asumir ese rol en solitario.

El diseño de este buque ha resultado ser un éxito, prueba de ello es que ha dado lugar a otros tres portaaeronaves basados en el LHD, dos en la Armada Australiana y un  tercero en la Armada Turca.


lunes, 25 de enero de 2016

Carrera de Indias I


Maquetas de barcos a la venta en Amazon


Galeones españoles navegando en convoy
Disponible.
Carrera de las Indias. Galeones españoles navegando en convoy
Escena sobre el buque oceánico por antonomasia de los siglos XVI y XVII: el galeón. La pintura superior es una idealización de una flota de galeones españoles haciendo la Carrera de las Indias. Los estados evolutivos del trabajo se muestran más abajo.


La travesía del Atlántico realizada durante la Carrera de Indias mantuvo comunicados dos mundos, el viejo y el nuevo. Gracias a los marinos de la época del imperio que arrostraron toda clase de peligros, enfrentándose con éxito a piratas, corsarios y tempestades, el mundo hispánico mantuvo la hegemonía naval durante trescientos años. Con esta lámina rendimos tributo a los hombres de mar que posibilitaron la exitosa Carrera de Indias.

Carrera de indias

Ruta que conectaba las dos orillas del Imperio, la americana y la europea, más adelante también uniría las islas Filipinas con América a través del puerto de Acapulco y el llamado Galeón de Manila. Duraría más de 300 años, desde 1495 a 1828, este año pondría el fin tras la emancipación de las colonias americanas. Durante estos tres siglos de navegación el derrotero de las naves españolas sufriría pocas variaciones con respecto al seguido por Colon en su segundo viaje. A la ida las naves aprovechaban los suaves vientos alisios que les llevaban hasta las Islas Canarias en lo que normalmente era una segura navegación (paradógicamente Lopez de Gómara escribió en El Camino Para las Indias en 1552: “La peor parte del camino es el Golfo de Yeguas entre Canarias y la península). Después de hacer escala en las Canarias se tomaba rumbo a las Antillas Menores donde se volvía a realizar aprovisionamiento para realizar el último tramo de la navegación.

Trampa de los Sargazos

Uno de los peligros de la navegación, al final de la ruta de ida, era la trampa de los Sargazos en el mar del mismo nombre, mar de los Sargazos. Esta es una zona comprendida dentro del conocido Triangulo de las Bermudas, en ella existe una corriente oceánica circular que junto a las habituales calmas hacen complicada la navegación, a esta dificultad se une el hecho de que la zona esta poblada por unas algas, la que da nombre a este mar, el sargazo. Estas algas flotan en la superficie debido a una vejiga hinchada de aire en su interior, las algas se adherían a los cascos de los buques dificultando aun más la navegación.
 

Proceso creativo

Vamos a ir enseñando la evolución de la obra según vaya avanzando, estos son los primeros pasos:

Dibujo de la escena a lápiz

Creamos una escena visualmente sugerente a lápiz, en ella se aprecian 7 galeones españoles navegando en convoy, dos se aproximan al primer plano, estos serán el centro de la pintura y sobre ellos recaerán los detalles que den vida a la obra:

Galeones españoles navegando en convoy 1
Galeones españoles. Boceto inicial

Primer boceto a óleo

Tras dibujar la escena a lápiz comenzamos a partir de esta un boceto a óleo. Es al atardecer así que usaremos colores violetas y amarillentos, este es el resultado de la primera sesión de color:

Galeones españoles navegando en convoy 2
Resultado tras la segunda sesión

 Oración al ocaso

Los promotores de este espacio hemos sido alumnos del Colegio Nuestra Señora del Carmen, donde en ocasiones cantábamos la oración del ocaso. Esta pintura nos ha traído gratos recuerdos de esa canción de la Armada Española entonada al atardecer. La letra y la misma canción:

<Tú que dispones
  de viento y mar,
  haces la calma,
  la tempestad.
  Ten de nosotros Señor,
  piedad,
  piedad, Señor,
  Señor, piedad.>



El Santísima Trinidad visto desde su aleta de babor

Colección de escenas navales


Barcos famosos de la Armada Española

  • PINTURAS AL ÓLEO: Precio según tamaño:
  • REPRODUCCIÓN SOBRE LIENZO ENMARCADO:
  • REPRODUCCIONES Y LÁMINAS:
  • FORMATO ESPECIAL ARTEMILITARYNAVAL:
Fase Final: sobre la base del dibujo que se muestra debajo de estas líneas, se ha ido completando el sombreado y se ha trabajado finalmente el color en barco, cielo y mar, dándole las tonalidades necesarias para contextualizar la escena en un atardecer próximo al ocaso. Hemos querido enfatizar los colores del pabellón naval de la Armada Española que fue inaugurado durante la vida operativa del Santísima Trinidad.
Santísima Trinidad visto desde la aleta. Fase dos
Fase dos: sobre el esquema anterior se ha ido perfeccionando el dibujo a lápiz, detallando formas y decoración del espejo de popa del navío para el ulterior trabajo al óleo que ejecutará con sabiduría y paciencia Alejandro Vallespín. Por otro lado, he modificado algo el vuelo de la bandera para mejorar la vista de los colores y del escudo.


Santísima Trinidad visto desde la aleta. Fase uno
Fase inicial: en esta fase, se ha elaborado un esquema a lápiz para centrar la composición y elementos generales de la obra. La siguiente fase consistirá en progresar el trabajo a lápiz, con especial incidencia en detallar el espectacular trabajo decorativo del espejo de popa del navío. El modelo tomado para este menester es la maqueta obrante en el Museo Naval (Madrid), aun cuando dicha réplica está referida a un Santísima Trinidad anterior a la adición de la cuarta cubierta ya mencionada.


El navío Santísima Trinidad ha sido objeto de varias entradas de este blog. Sin embargo, su majestuoso diseño, su potencia de fuego y su gloriosa historia nos han animado a continuar trabajando sobre uno de los buques de guerra más famosos de todos los tiempos.

En este caso, nuestra tarea artística consistirá en recrear un fondeo del Santísima Trinidad en una costa cualquiera. En la escena, el barco dispondrá de la cuarta cubierta que se le añadió en 1796, tras entrar en dique para realizar una serie de obras que mejorasen sus deficientes condiciones marineras. En aquella sazón se forró exteriormente el casco con tablones para ensanchar su manga y darle más estabilidad, añadiéndole la cuarta batería que le convirtió en el único navío de cuatro puentes del mundo, con un total de 130 piezas de artillería.

Respecto a la bandera, el buque enarbolará el pabellón rojo y gualda aprobado por el rey Carlos III el 28 de mayo de 1785 para los buques de la Armada Española.

Otras entradas del Santísima Trinidad

  1. El Gran Duelo
  2. El Santísima Trinidad
  3. El Santísima Trinidad (II)